La convocatoria era para las 18 en la esquina de Mate de Luna y Lucas Córdoba. Una decena de autos estacionados con globos rosas y celestes se preparaban para dar inicio a lo que sería la tercera marcha para visibilizar el rechazo a la educación sexual integral (ESI) y al aborto.
Esta vez se trató de una caravana que comenzó pasadas las 18.45, cuando los autos y las motos comenzaron a moverse. Un vehículo a 20 km/h marcaba el ritmo, mientras que por altavoz se repetía una tras otra las consignas “educación en valores”, “educación sexual científica”.
“La educación sexual debe ser científica y desde la biología”, remarcó Gabriel Muñoz, de 56 años, quien forma parte de Padres con derecho a decidir, organización impulsora de este evento. “La ideología de género dice que los hijos no son tuyos. Que son sujetos de derecho independiente. Lo que para nosotros es una falacia. ¿Acaso los padres no pueden meterse, pero sí el Estado?” sentenció.
Guillermo Gamarra, quien participó de las movilizaciones desde sus inicios, explicó: “la oposición nos tilda de retrógrados. Pero esto es en favor del bienestar de nuestros niños. No es una movida religiosa. Se trata de ciencia”.
“Hoy vino toda la familia”, comentó Alicia Frías señalando a sus dos hijos y a su marido Cristián. “Queremos ser respetados como padres, que no haya bajada de línea en las escuelas. Y que se eduque en valores”, enfatizó.
A medida que pasaban los minutos y caía la noche más autos se fueron sumando con bocinazos y las luces de las balizas. Así llegaron hasta la rotonda del pie del cerro.